jueves, 8 de septiembre de 2011

De piel , cafe y miel.

Dulce, dulce la miel que escurre de tus ojos
cuando lloras o ríes, cuando rozas mi espalda.
Sin miedo emprendes el vuelo con alas de grandeza y espíritu libre
hacia donde no muchos podemos llegar, sin caer al vacío.
Y aun cuando tus labios no sonríen, besas el aire con devoción
como la gota del rocío que cae lentamente por el pétalo de una flor.

Dulce también, es la azúcar de tu piel, café, ron y miel
Y si bien quizás, no veas lo que veo, el reflejo de mis ojos no miente,
como espejo de la verdad, se asoma tu alma volátil,
en busca de un destino mejor.

Ahora vez, que en sufrir no hay amparo, la verdad y la luz, lejos no están.
Puedes llorar, una y otra vez, y siempre, siempre... tus lágrimas daráan vida
a un nuevo ser.

Aveces quisiera llevarte de la mano, como a una niña y llevarte a ver el sol salir, para luego hacerte el amor entre mis brazos y tu mirada profunda y tentadora. Pero no veo razón para hacer algo así, nunca existe esa razón, solo una justificación del hecho en si mismo, para no sentirme culpable de semejante deseo.

domingo, 8 de mayo de 2011

Monólogo de un pesimista


Estoi cansado, muy cansado. He mentido, he mentido mucho, pero sobre todo, me he mentido a mi mismo.
Antes, cuando mis hormonas recien se esparcian por mi cuerpo, era todo mas simple, me sentia tan insensible y lleno de testosterona, que la vida era mucho mas facil, no tenia miedo de que me vieran tal cual soy, ni de ocultar lo que realmente siento.

Ahora estoi borracho de dudas, pero comienzo a entender el daño que nos hace al mentirnos a nosotros mismos día tras día, durante años. Pero ya no lo haré mas, seguiré mintiendo, seguro que si, pero no me mentiré mas a mi mismo, ni siquiera para proteger a otros y sus relaciones conmigo, he aprendido que no vale la pena y que ningún ser humano es confiable, ni siquiera nosotros podemos confiar en nuestra mente en ciertos estados de conciencia, donde nos volvemos vulnerables y autodestructivos.

Hoy hago un esfuerzo tremendo por mantenerme de pie, por levantarme en la mañana y seguir avanzando, tengo 23 años, y estoi cansado, estoi deprimido y asqueado de todo.

Cada vez que digo la verdad, terminan por hacerme sentir que está mal; quieres una mujer que te ame? MIÉNTELE y la tendrás, una de las verdades mas grandes del mundo, que lamentablemente, se me olvido como mantenerla, o quizas, me siento sucio y prefiero ir de cuerpo en cuerpo, sin buscar amor, para no tener que mentir. No me refiero a mentir sobre hechos, o cosas así, eso no afecta los sentimientos de una mujer mayormente, pero no puedes mas sensitivo y perseptivo que una mujer, porque sino, comenzará a verte como una amiga, una mujer mas, y ahí es cuando todo se va a la mierda, y peor aún, si tu le seguiste el juego y aceptaste mentir en silencio. Benditos los que nacieron con insensibilidad masculina, malditos los que tenemos que mentirnos diariamente, que pena, que asco, que odiosamente vulgar se ha vuelto la verdad ante mis ojos.

Hoy ya no creo mas en esa mujer ideal, en esa alma gemela, hoy deje de creer que existen esas cosas, puedes ser el alma gemela de quien quieras si sabes decir las palabras correctas y seguir ciertos pasos, simples, pero con un peso emocional que yo no he aprendido a cargar concientemente, porque alguna vez lo cargué, pero no lo sentía encima, era parte de mi, no habían culpas. No se porque me sigo negando a que las cosas son así, frías y calculadoras.

Me canse de escribir, me canse de darle sentido a las cosas que no lo tienen, y me canse de idealizar la humanidad.

Regalos


Aveces, cuando deseas algo intensamente y por mucho tiempo, aveces, sólo aveces, termina por suceder. 
Pensabas para tus adentros; "cuando eso pase, voy a aprovechar mi oportunidad, voy a dar lo mejor de mi mismo, voy a hacer esto, voy a hacer lo otro..."
Pero saben?, aveces, cuando estas cosas pasan, solo te quedas inmóvil de pensamiento, dices las palabras incorrectas, se te nubla la vista y puedes llegar a temer por que todo desaparezca.
Los siguientes días, cuando has pensado sobre lo que pasó, crees tener las respuestas, crees saber quien eres, y que haces aquí, que hacías ahí; pero aún así no haces nada, te quedas inmóvil, temiendo dar un paso en falso y caer contra el suelo.
Y entonces pienso... por qué?, No es porque pienses que no te mereces lo que te ha pasado, no. Es porque temes no hacerlo bien, no estar a la altura de las circunstancias; y es que parece ser que la vida goza con ponernos frente a retos frente a los que dudamos, supongo, para descubrir si somos capaces de avanzar a pesar de las duda, si somos capaces de vivir y vencer nuestros miedos.
De lo único que no deberíamos dudar, es que nada es eterno, y por ende, vivir el riesgo de la vida misma es para mi una buena solución a estas dudas, a pesar, que no me considero un muy buen practicante de dicho lema. Si nada es eterno, entonces no deberíamos temer perder las cosas por las que hemos luchado, luchar por algo no nos hace dueños de lo que ganemos con dicha lucha, sólo nos hace responsables de disfrutar todo lo que podamos de estos inesperados regalos que nos da la vida, esos que nos hacen dudar, estos regalos, que aveces, sólo aveces se dejan ver.

El secreto


Como saber… cuando el miedo nos frena… nos frena a decir la verdad, a vivir la verdad. ¿Que pasaría si mañana muero sin decirte lo que siento? Nada, no pasaría absolutamente nada, esa es la cuestión, callar parece mejor solución que decir la verdad, porque callar no es mentir, sino mentirse.
Como saber… si compartimos ese miedo en silencio, o no es más que mi esquizofrenia emocional aullando desesperadamente, tratando de justificar mis ganas de confesar.
Como saber… si cuando estas sola bajo tus sábanas, no te preguntas lo mismo que yo. Si realmente esto trasciende condiciones mundanas, ¿qué hemos de perder con besarnos?, ¿somos tan elevados como para intentarlo sin miedo a quedarnos sin nada?
Supongo que la única forma de saber, es ceder al deseo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

SOSIEGATE MUJER!

¿A caso no sabes lo que quieres? ¿Crees que puedes jugar con fuego y no quemarte las manos?

No quiero herirte, ni usar mecanismos de seducción de macho alpha, sólo quiero ser feliz y compartir dicha felicidad con alguien digna de ello, digna de mi. Pero sigo chocando con la misma pared, una, dos, tres veces. Ya no duele, hace mucho que no, es la inmadurez y la insensatez lo que me saca de quicios. Es esa etapa que estas pasando, donde tu corazón quiere sufrir, y tu mente, quiere vengarse, antes y después. ¿Cuantas caen en ese vicio y no salen nunca?, lamentablemente, la gran mayoría. Es ese sadomasoquismo intrínseco del ser humano el que corrompe el amor puro, esa idea de romanticismo, que no existe mas que en los añejos versos de Gustavo Adolfo Becker y su sarda de mequetrefes, que creen que la mujer vino al mundo en forma de diosa iluminada.

La verdad, es que, nada es gratis, y tampoco lo es la compañía de una mujer (ni viceversa). Siempre hay un precio que pagar, no se cual será el de ustedes, pero el de nosotros, los hombres, es vivir reprimiendo nuestros sentimientos; proteger la pureza de nuestro corazón idealista de la mirada fija de vuestros ojos, para que no lo destruyan, porque apenas ven bondad y amor sincero en un corazón masculino, lo calcan de débil y asexual, como si el hombre, no debiese, por naturaleza, sentir amor, ¿De quien es entonces, la culpa de semejante pensamiento machista (o será realmente, feminista)? No nos queda mas, que reprimirnos en el yugo de ese pensamiento machista e insensible, para no sufrir (apostaría mi alma, a que no existe hombre machista, que se sienta emocionalmente pleno y en equilibrio).

 Al parecer, dios no es perfecto, seguro que no, -estamos hechos a su semejanza-, y nosotros no lo somos tampoco. Un error que nos costó caro; tener que transformarnos en viles mentirosos, encima de vivir con el peso de la esclavitud sexual que nos hace tan dependientes, todo, para abrirnos paso en un mundo donde, realmente, el sexo fuerte no es el nuestro. 

martes, 7 de septiembre de 2010

FREE LOVE

Te veo bailando con otro, y no me importa.
Quiero creer, que nos amamos en silencio, porque las palabras no sirven mas que para hacer daño, son insignificantes y fáciles de olvidar. Pero te amo, no se si lo sabes, tampoco me importa, o no debería importarme.
Suelo desear llamarte, aveces, de manera desinteresada, pero nuestro amor libre, me impide hacerlo libremente; es el miedo a que se dibuje en tu mente la idea de compromiso, cosa que no quiero, o no debería querer.
Un amor sin culpas, sin ataduras, y sin raíces, que vuela por los aires, en ausencia de un lugar donde aterrizar, cuando las alas se cansen de agitar.
Te beso, consiente de que tus labios no están comprados, nada lo está, nada es para siempre, sólo los recuerdos perduran. Mi cama se transforma en un escenario, donde reímos, lloramos, y damos rienda suelta a nuestra sexualidad libremente, procurando no mencionar esa palabra que arruinaría todo, esa que ambos queremos decir, pero nuestra libertad nos los impide;  porque las palabras no sirven mas que para hacer daño, son insignificantes y fáciles de olvidar. Pero te amo, no se si lo sabes, tampoco me importa, o al menos, no debería importarme.

domingo, 29 de agosto de 2010

THE PERFECT SEX MATE

Nadie baila como tú, la danza de todas las danzas. Nadie se amolda tan perfectamente a mi cuerpo, con tu metro sesenta y tu pelo suelto. Nadie mas que tú, sabe gobernarme con las caderas, mientras yo te gobierno con mis ojos, guiando el movimiento anárquico de esos pechos traviesos. El ritmo perfecto de nuestros jadeos desesperados, buscan su último aliento en el regazo de ese electrizante orgasmo, que nos hará reír de  goce y placer. Tu dorso se encorva, y siento que me fundo contigo en una bio - aleación, de azúcar morena, y mi blanca piel. Mientras el ritmo crece, ya no hay escapatoria, estamos gritando, temblando, riendo. De un momento a otro, el mundo gira, y nuestros cuerpos se derrumban el uno sobre el otro, mientras la luna esparce su claro sobre nosotros, iluminando ese pequeño instante en el que pareciera que fuimos un sólo cuerpo.